En Perú, la parrilla es mucho más que un lugar para cocinar: es un espacio donde papá enseña, exige y, sobre todo, se conecta, aunque no siempre lo diga con palabras. Este Día del Padre, diseñamos una parrilla única que solo se encendía cuando papá e hijo conectaban de verdad. Una risa, una anécdota o un recuerdo incómodo pero que une bastaba para activar el fuego. El sistema, desarrollado desde cero, reemplazó los encendidos tradicionales por un mecanismo oculto capaz de detectar interacción emocional. Porque el verdadero fuego de la parrilla no se enciende con carbón, sino con momentos que no se olvidan.
Digitas Perú
Jason Vasquez - Director Creativo